¿Os habéis preguntado alguna vez por qué no siempre las personas con una mayor formación y experiencia son las más exitosas? ¿Por qué hay quienes destacan como líderes aunque no sean los más inteligentes? ¿Por qué nos enfrentamos de manera diferente a los obstáculos? La respuesta: una buena gestión emocional ayuda a enfrentarse a la vida con una perspectiva diferente. Si eres capaz de reconocer y entender tanto tus estados emocionales como los de otras personas, será más fácil que logres el éxito profesional y personal.
¿Y en el ámbito de la empresa? En los últimos años ha aumentado el número de empresas que invierten en el bienestar de sus empleados, algo que influye directamente en los niveles de productividad de cada compañía. Para conseguirlo, actualmente las empresas buscan personas que, además de estar preparadas para desarrollar sus funciones, sean empáticas, resolutivas o tengan capacidad de adaptarse al cambio.
¿Qué es una empresa emocionalmente inteligente? La organización emocionalmente inteligente es la que posee las capacidades y las competencias necesarias para adaptarse tanto a las exigencias internas como a las de su entorno.
"Las normas que gobiernan el mundo laboral están cambiando. En la actualidad no solo se nos juzga por lo más o menos inteligentes que podamos ser ni por nuestra formación o experiencia, sino también por el modo en que nos relacionamos con nosotros mismos o con los demás". Esta es una de las reflexiones que extrae el psicólogo estadounidense Daniel Goleman en su libro "Inteligencia Emocional en el Trabajo" (2001), publicado junto a Cary Cherniss. Goleman adquirió la fama mundial a partir de la publicación de "Inteligencia emocional" (1995).
realizan una investigación acerca del concepto de inteligencia emocional aplicado al trabajo y demuestran que quienes alcanzan altos niveles dentro de las organizaciones poseen un gran control de sus emociones, están motivados, son generadores de entusiasmo, saben trabajar en equipo, tieLos dos autores nen iniciativa y logran influir en los estados de ánimo de sus compañeros.
El libro de Daniel Goleman y Cary Cherniss incluye quince modelos que han sido probados y validados empíricamente en organizaciones reales demostrando así la manera en que dichas organizaciones aumentaron las competencias sociales y emocionales de los trabajadores mediante la aplicación de una o más de las cinco dimensiones de la inteligencia emocional clasificadas en dos grupos:
1. Aptitudes personales: Son las que determinan el dominio de uno mismo y comprenden las siguientes aptitudes:
- Autoconocimiento: Conocer los propios estados internos, preferencias, recursos e intuiciones.
- Autorregulación: Manejar los propios estados internos, impulsos y recursos.
- Motivación: Tendencias emocionales que guían o facilitan la obtención de las metas.
2. Aptitudes sociales: Son las que determinan el manejo de las relaciones y comprenden las siguientes aptitudes:
- Empatía: Captación de sentimientos, necesidades e intereses.
- Habilidades sociales: Cualidades para inducir en los otros las respuestas deseadas.
Además, Goleman desarrolló estudios en innumerables empresas con el objetivo de determinar las competencias personales que producían un rendimiento excepcional en el trabajo y las agrupó en 3 categorías:
- Las técnicas.
- Las cognitivas.
- Las competencias asociadas a la inteligencia emocional como la capacidad para trabajar en grupo y la aceptación de los cambios.
Este análisis demostró que el factor más importante no es el cociente intelectual ni los estudios superiores, sino el cociente emocional, señalando que la inteligencia emocional es el doble de importante que el resto.
Para Goleman, la inteligencia emocional no solo distingue a los líderes excepcionales, sino que está directamente asociada con el éxito de la empresa. Las empresas que se han adaptado con mayor facilidad a los cambios poseen una mayor capacidad de asumir riesgos y un equipo seguro de sí mismo. Sin embargo, los empresarios con decisiones unilaterales suelen transformar sus organizaciones en grupos frustrados.
Tras el análisis sobre la importancia de la inteligencia emocional en la empresa, podemos señalar que las organizaciones que la aplican comparten las siguientes características:
- Son más competitivas puesto que mantienen una relación transparente con sus trabajadores y clientes.
- Crean oportunidades para la promoción y éxito para sus trabajadores.
- Los trabajadores que son emocionalmente inteligentes ayudan al desarrollo de una empresa.
¿Cómo aplicar la inteligencia emocional en mi empresa?
Lo primero es que sean los altos cargos quienes comiencen por potenciar sus habilidades emocionales y sociales para empatizar con sus empleados y poder transmitir así los mensajes con eficacia para lograr un buen funcionamiento de la empresa.
Los líderes deben aprender a transmitir los objetivos que esperan de su equipo mediante una comunicación clara y haciéndoles sentir partícipes de los logros de la empresa. A la vez, es necesario que aprendan a escuchar para conseguir la motivación y satisfacción de sus empleados.
No hay excusas que impidan comenzar con ello: La inteligencia emocional se aprende y se entrena. El objetivo debe ser trabajar para hacer del conocimiento personal y las relaciones con otros la base del éxito de tu compañía.
Fuente: https://www.womenalia.com/articulo/son-mas-competitivas-las-empresas-emocionalmente-inteligentes
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Déjanos tu Comentario