Me enojo por todo. ¿Qué puedo hacer para cambiar?
Si prestamos atención plena a lo que sucede a nuestro alrededor, nos daríamos cuenta que vivimos en un mundo lleno de enojo constante.
Empezando por nosotros mismos…
Esa horrible sensación de levantarte de la cama y sentir que llevas un peso encima, algo que te molesta y que definitivamente te pone del peor humor, es un agobio innecesario que lamentablemente solemos cargar.
Ventajosamente el tiempo, la paciencia y el aprendizaje constante, nos enseña que todo en ésta vida tiene solución. Incluso ese estado repetitivo de ira y enojo que sin saber porqué, solemos expresar ante el mundo.
Esa sensación desagradable de molestia y pesadumbre con la que te levantas cada día puede ser transformada en un sentimiento amoroso acogido por la compasión si estás dispuesto a dar todo de ti para lograrlo….
«Pero si recién empieza el día». ¿»Cómo es posible que me levante enojada»?. ¿»Por qué siento ésta ira dentro de mi»?. Son preguntas que me hice día tras día por mucho tiempo.
Yo solía cargar con mucho enojo en mi interior.…
Sentimientos irritantes afloran constantemente, los cuales de manera inconsciente te someten en un estado de defensa y reacción desmedida ante todo lo que nos sucede impidiéndonos ver más allá de la realidad…
El enojo es parte natural del ser.
Las personas nos enojamos por muchas cosas. Porque se dañó el coche, porque no alcanza el dinero, porque no te dan el ascenso que esperabas, porque llueve, porque hace sol, porque se te dañó la manicura o porque te quedaste sin gas en casa…
Existe un sinnúmero de razones por las cuales nuestro humor pasa de sereno a furioso en un abrir y cerrar de ojos cada día.
Algunas veces razones de peso y otras veces por chiquilladas. Pero aún así, sigue siendo una emoción natural de los seres humanos; es inevitable no enojarse y luchar contra ello porque simplemente no puedes renunciar a dejar de sentir algo innato de ti.
Lo que sí es realmente importante, es nuestra respuesta a dicha emoción y no el sentimiento en sí.
Cuando el enojo te tiene a ti.
A mí me gustan las cosas impecables. El orden y la limpieza es parte de mi día a día.
Recuerdo siempre haber tenido inconvenientes de convivencia con mis roomates porque eran desordenados y yo no me ajustaba a ese estilo de vida.
Para mí era desesperante vivir con ellos porque yo limpiaba y ellos cada 5 minutos ensuciaban. Aquello me hizo experimentar momentos de mucha rabia, no solo con ellos, sino conmigo misma por atreverme a pensar o decir palabras tan hirientes a causa de algo que tenía solución.
«Si ellos no fueran desordenados, yo no me habría enojado y jamás hubiese dicho lo que dije«….
Eso es lo que ocasiona la ira. Reacciones sin pensar en las consecuencias, las cuales luego te sumergen en un estadío de culpa y dolor a causa de tu comportamiento.
«Creo que ésta vez me pasé de la raya«. «Aunque se lo merecían, es la única forma de que aprendan.»
Ese debate interno trata de eximirte de tus responsabilidades, te convences de que hiciste lo correcto y posteriormente éste comportamiento se vuelve parte de tu diario vivir, un círculo vicioso del cuál se hace difícil salir…
Es más fácil echarle la culpa a otros antes de asumir nuestras responsabilidades ¿no?…
Situaciones externas e internas.
En nuestro día a día suceden muchas cosas que hacen que nos enojemos constantemente, las cuales están fuera de nuestro control.
Situaciones externas como el clima, el tráfico, y las acciones de los demás, son cosas sobre las cuales no tenemos poder de acción.
Así mismo, hay situaciones internas (que solo ocurren en nuestros pensamientos) las cuales nos mantienen colgados en un estado defensivo y de reacción ante lo mínimo.
Aquí no es necesario que ninguna circunstancia externa haya surgido para hacerte molestar, simplemente ya estás cargando con ese sentimiento y la mínima brisa lo sacará a flote.
Claro que hay que recalcar que, tanto factores hormonales, ambientales, y mentales , influyen en nuestro estado de ánimo. Pero aquello no es razón de peso para justificar nuestro comportamiento.
Independientemente de lo que te haga sentir molesto, tu solo quieres poder encontrar la manera de dejar de sentirte así. Quieres dejar de herir a las personas a tu alrededor. Pero sobretodo, quieres dejar de sentirte mal contigo mismo a causa de tu comportamiento que cada vez se torna más complicado de manejar.
Tienes que saber que no es un proceso fácil, ni algo que se logra en 24 horas.
Porque para dejar de vivir con esa sensación de malestar, hay que empezar a trabajar en nosotros de adentro hacia afuera.
Abrirnos a la posibilidad de entender que la mayoría de las veces somos nosotros mismos los causantes de esa sensación negativa que nos roba energía.
Y elegir querer estar bien es un gran primer paso, pero, para liberarte de ese sentimiento tienes que ACTUAR.
Yo también he estado allí, en esa discusión interna entre el querer explotar y el querer hacer las cosas bien para no lastimar a nadie; en especial a mi misma.
Cuida tu reacción más no tu emoción.
Cuando estás en ese punto de debate interno, el primer paso para poder lidiar con esa sensación de ira y molestia, es el autocuestionamiento.
Darte la oportunidad de reconocer lo que estás sintiendo y por qué lo estás sintiendo, te va a ayudar a que seas consciente de lo que pasa por tu cabeza.
Observa tus pensamientos, y presta atención a lo que aquello te hace sentir.
¿Por qué X, Y, o Z te hace enojar?, ¿Es enojo lo sientes?, ¿Qué provocó que te enojaras?, ¿es algo para molestarse o estoy exagerando?
Luego de que has reconocido el sentimiento que te agobia, el segundo paso a seguir es tu respuesta a esa situación.
¿Cómo vas a reaccionar a él?. ¿Te vas a molestar y vas a responder como usualmente lo haces?.
Unos gritan, otros patean cosas, y hay quienes se aíslan por largas horas (yo solía hacerlo. Me cerraba como una concha a sufrir por algo que solo estaba en mi cabeza).
Otros liberan el veneno a través de palabras hirientes, y algunos acumulamos la ira dentro, (ésto no es nada bueno porque a pesar de que te «tragas» ese enojo, tarde o temprano terminas explotando por algo mínimo).
Cualquiera que sea tu manera de desahogarte, ten presente que siempre existe una mejor forma de hacerlo.
Estoy consciente de que ésta es la parte más difícil de éste proceso (yo también lo he experimentado y todo el mundo ha tenido que pasar por ésto alguna vez)
No puedo hablar de algo que no he sentido en carne propia, y sé que cuesta.
Porque una parte de ti quiere evitar lastimar a toda costa, mientras que la otra parte quiere tomar el control y desatar el caos que llevas dentro.
Sin embargo, hay que decidir qué hacer, y si queremos estar bien y sentirnos bien con nosotros mismos, tenemos que hacer un cambio para bien.
Tenemos que despojarnos de nuestro «viejo yo» para poder evolucionar.
Los cambios duelen, pero son necesarios
Cómo lidiar con el enojo
Es muy loco pensar que experimentamos todo tipo de emociones en un par de segundos. Y el cómo reaccionamos a ellos, marca nuestra existencia en ese momento.
Autocuestionamiento y autocontrol.
Cuando estoy enojada, lo último que quiero es lastimar a los demás, a pesar de que la rabia del momento te haga creer lo contrario, en el fondo sabes que no es lo que realmente quieres.
Uno no va por la vida deseando lastimar a las personas.
Y se produce una batalla interna que al final del día tendrá un ganador. El sentimiento que decidas alimentar.
Lastimosamente, muchas veces nos dejamos dominar por nuestros pensamientos hasta que éstos dan lugar a emociones que se vuelven difíciles de controlar.
Yo sé que la ira no emerge de la nada. Siempre existe un detonante ante ésta situación y muchas veces éste es imperceptible.
Como mencioné anteriormente, puede ser a causa de factores externos.
¡Qué rabia!, ¿por qué tuvo que llover ahora que iba a salir?
Y otras veces internos, asuntos sin resolver o recuerdos que nos han marcado que nos llevan a ese estado de irritación.
Sin embargo, ninguna causa es excusa para no tener autocontrol.
Yo sé que lo primero que deseas hacer en cuanto te enojas, es descargar toda esa ira sobre la persona o la situación que lo provocó.
Pero pregúntate a ti mismo ¿de qué me sirve que me deje llevar por la ira del momento?, ¿Qué gano yo reaccionando de manera abrupta?…
Ahora que estás tranquilo leyendo ésto, visualiza una situación en la que usualmente te molestarías, y piensa; ¿Resultaría algo bueno si me dejo llevar por la ira?.
Yo creo que no y mil veces no, ¿sabes por qué?; porque quieras o no, uno termina haciéndose daño a sí mismo.
Mientras estás con esa ira dentro y con toda la euforia de haberla descargado, podrás creer que te saliste con la tuya.
Pero al final del día, a la única persona que lastimas con esa reacción, es a ti mismo.
Porque luego te arrepientes de tu manera de actuar, y te inunda un sentimiento de vergüenza, culpa y decepción por no haber sabido controlarte.
El autocontrol requiere de práctica, así como cualquier otro hábito, y mientras más lo practiques, mientras te autoanalices cuando te sientes enojado, irás aprendiendo a gestionar tu autocontrol.
Entretanto observes ese pensamiento que te produce malestar y te permitas sentir, tendrás la oportunidad de analizar la emoción para no dejarte dominar por ella, en vez de reaccionar ante la misma.
El autocuestionamiento en éste tipo de casos, es una habilidad que se adquiere cuando tienes el compromiso contigo mismo de querer ser mejor.
Si has decidido dar todo de ti para convertirte en una mejor persona, préstale mucha atención al siguiente párrafo.
Método de resolución del problema.
El método de resolución de problema se refiere a tu capacidad o la habilidad que adquieres de interpretar o reconocer el problema y tu respuesta ante el mismo.
Por ejemplo, puedes tener un episodio de enojo si tus compañeros de dormitorio han dejado un completo desorden. Es muy importante tu respuesta a ésta situación.
Puedes optar por molestarte y reaccionar de la manera que acostumbras; o puedes optar por preguntarte, qué puedes hacer TÚ para cambiar la situación.
¿Qué puedes hacer para llevar una buena postura ante ésta circunstancia y manejarla de la mejor manera?.
Pregúntate, ¿de qué sirve que me enoje si el desastre ya está hecho?.
¿De verdad crees que molestándote, la situación se va a revertir?.
Pues no, no se va a revertir. Lo único que lograríamos conseguir es hacer de aquel problema uno más grande porque mientras estás molesto, lo último que sale de tu boca son flores.
Si te permites explotar por una pequeñez, escupes tu veneno, ofendes a las personas, descargas todo lo que tenías dentro ¿y luego?, te das cuenta que no era para tanto y vuelves al círculo vicioso (vuelves a sentirte avergonzado y decepcionado por tu actitud).
¿Es eso lo que quieres para tu vida?. Yo decidí que no lo quería más en la mía..
El ponernos a pensar en las consecuencias de nuestra reacción, es una buena manera de darnos cuenta de cómo estamos dispuestos a lidiar con nuestro enojo.
Ponte a pensar en los efectos posibles, dependiendo de la reacción que escojas seguir.
Si decides dejarte dominar por el enojo y reaccionar acorde a él, sabrás que las consecuencias van a ser diferentes (nada buenas), a si escoges inclinarte a actuar de manera calmada y consciente (para conservar tu paz).
Porque ésto no se trata de quién tiene o no la culpa, no se trata de quién o qué te hace enojar.
Lidiar con el enojo no es dejar de molestarse o evitar sentirte enfadado, es saber responder ante aquella circunstancia que se nos presenta para ponernos a prueba.
Siempre piensa en las consecuencias de tus posibles respuestas, de ésta manera lo pensarás 2 veces antes de querer sacar el super sayayin que llevas dentro.😁
Es hora de actuar para lidiar con tu enojo.
Una vez escogiste tu respuesta a la causa que la provocó, es momento de sacarla a flote y experimentar con ella.
Si escogiste actuar diferente y de una manera calmada (aunque te haya costado un montón), permítete felicitarte.
-¡Por supuesto que debes felicitarte!-.
Es un gran paso el que has dado y debes darte la oportunidad de sentirte orgulloso de ti y celebrar tus primeros logros.
El siguiente paso aquí es, ser constante.
Tienes que ser perseverante con tu progreso y analizarte para que lleves un recuento de lo mucho que has avanzado desde el momento en que decidiste empezar.
Responder ante el enojo es cuestión de valor.
–Tengo que ser sincera contigo-. No siempre vas a ser capaz de lograrlo, y tienes que saberlo para que no te hagas una idea errónea de lo que un cambio conlleva.
A veces habrá momentos de victoria y podrás sentirte orgulloso por ellos, y así mismo habrá momentos en donde falles (porque somos humanos) y el equivocarse es parte del aprendizaje.
Sin embargo, no puedes echarte la soga al cuello por esos momentos en dónde las cosas no resultan como esperabas, al contrario, que aquello te impulse a ser mejor.
Otras maneras de lidiar con el enojo.
Hay veces en que el método de la resolución del problema no funciona como esperamos y se hace necesario optar por otra solución.
Aquí te dejo una lista de las cosas que me han funcionado que podrías poner en práctica y averiguar cuál te sienta mejor.
Si tienes otras ideas sobre cómo lidiar con el enojo, puedes comentar y compartir tu punto de vista aquí 🙂
Otras formas de lidiar con el enojo
-Escucha música
-Baila
-Dibuja
-Escribe
-Habla con alguien
-Medita
-Haz ejercicios
-Distráete
-Toma una ducha
-Cocina
-Escucha música
Deja que tu música favorita te contagie de energía y actúe como medicina ante los momentos de dificultad en donde parece que perdemos el control
Éste es un método rápido que todos tenemos a la mano, y puede ayudarte a lidiar con el enojo si la táctica de resolución del problema no te funciona.
La música actúa de una manera impresionante haciéndonos olvidar de todo lo que llevamos encima en ese momento. al cabo de 2 canciones ya se te habrá olvidado la razón por la que estabas molesto.
La música es magia para los oídos
Puedes elegir escuchar música a todo volumen o con auriculares; la cuestión es que te dejes llevar y te permitas fluir con el ritmo.
Baila
Por favor, que ni se te ocurra decir «no sé bailar».
¡Qué importa que no sepas bailar!, ¿ante los ojos de quién?….
Si bailar es algo que disfrutas hacer -¡hazlo!- y diviértete haciéndolo.
Bailar es la forma más bella en la que se expresa el cuerpo (para mi lo es).
Se pueden expresar muchas emociones sólo bailando, no le quites ese derecho a tu cuerpo y deja que sea libre y se exprese a través del movimiento.
Dibuja
-En lo personal, me gusta dibujar árboles-. Me salen feitos, pero me gusta la sensación que me invade cuando me pongo a dibujar.
Al igual que el baile, también es una forma de expresar tus emociones y dejar salir esa energía que quiere explotar dentro de ti.
Escribe
Me encanta escribir, siento que puedo ser yo cuando lo hago sin sentirme mal por lo que escribo.
Ésto te da la oportunidad de realizarte un auto-análisis más exhaustivo y poder ver tu proceso, tu antes y tu después.
Además, te hace ser más consciente de los pensamientos que tienes, cómo si los dijeras frente a un espejo.
Tener un diario es una buena idea si quieres empezar a escribir sobre cómo te sientes. Es una forma muy sútil de gestionar lo que pensamos y sentimos.
Habla con alguien
Si tienes la habilidad de expresarte mejor cuando hablas, no la desaproveches.
Hablar con alguien que es de nuestra entera confianza sobre las situaciones que nos atormentan, puede quitarnos un peso enorme de encima, y ventajosamente te ayudará a disipar el enojo que sentías desde un principio.
Medita
La meditación es una forma de entrar en una conexión profunda con nosotros mismos, es la mejor manera de lidiar con el enojo.
¿Por qué?, porque al entrar en una conversación personal significa observar directamente aquel sentimiento que nos atormenta y aprendemos a canalizarlo mediante técnicas de respiración y relajación.
Haz ejercicios
El deporte es una excelente herramienta para distraerte y hacer que tu mente se disperse.
A más de que ahuyentas todo pensamiento negativo y poco beneficioso para tu vida, te llenas de energía y actitud positiva para afrontar el resto de tu día de la mejor manera.
Busca distraerte
Cualquier idea de distracción es válida en éste punto.
Si el salir a la calle y dar una caminata es tu forma de hacerlo, pues ¡bienvenido sea!.
Recuerda que aquí la prioridad eres TÚ, así que, cualquiera que sea tu manera de encauzar aquel sentimiento de malestar, ponlo en marcha.
Toma una ducha
No hay nada mejor que una refrescante ducha para despejar nuestra mente y entablar una conversación con nuestro yo interior.
Personalmente, encuentro que ésta es una manera muy relajante para dejar que esa energía que llevamos encima fluya con el agua y nos limpie de toda esa sensación negativa que trae consigo el enojo.
Cocina
Si eres amante de la cocina, entenderás lo que se siente crear a través de la preparación de alimentos.
Cocinar es un arte que envuelve a quienes disfrutan de ensuciarse un poco las manos mientras preparan algo delicioso.
Cocinar me ha salvado la campana en aquellos momentos en donde me he sentido cargada de energía negativa a causa del enojo. Y no, no es que mi energía se quede en los alimentos (lo menciono porque incluso a mí se me pasó por la cabeza aquella idea)
Cuando cocinas tu mente se despeja porque sacas de tu pensamiento ideas absurdas las cuales son reemplazadas por mucho entretenimiento y diversión.
Me gusta y disfruto cocinar, así que si también eres de los que disfrutan de preparar algo rico, adelante, exprésate y crea.
Beneficios de lidiar con el enojo
La tranquilidad, la paz, y el orgullo que se siente cuando somos capaces de lidiar con el malestar del momento, son motivos suficientes para admitir que hay más beneficios en aprender a lidiar con el enojo en vez de dejarnos dominar por él.
Además, puedes considerar todas éstas actividades como opciones que te ayudarán a dejar de pensar en lo mucho que estés enojado.
Yo sé que es difícil pero no es imposible, te lo digo por experiencia propia.
Tienes que darte la oportunidad de intentarlo y ser capaz de reconocer tu progreso, paso a paso.
Aquello ayudará a que te sientas mejor contigo mismo. Y como consejo extra, no te mortifiques cuando falles (porque fallando se aprende).
Sé valiente para reconocer que has fallado, analiza en qué fallaste y vuelve a intentarlo las veces que sea necesario. 🙂
Si terminaste de leerme, te agradezco mucho el tiempo invertido.
Sólo quiero animarte a ser mejor, porque siempre se puede ser mejor.
Fuente: mabelgaston.com
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