Razones por las que deberías comer kiwi todos los días
Esta fruta tiene muchas propiedades que son beneficiosas para nuestro organismo
Es una de esas frutas que adoras o detestas. Pero aunque no te guste nada, seguro que encuentras un buen motivo, que los hay y abundantes, para comer kiwi todos los días. Mucha gente lo incluye en su dieta como si se tratara de una pócima milagrosa para facilitar su tránsito intestinal y evitar el estreñimiento.
Esta fruta tiene muchas propiedades que son beneficiosas para nuestro organismo
Es una de esas frutas que adoras o detestas. Pero aunque no te guste nada, seguro que encuentras un buen motivo, que los hay y abundantes, para comer kiwi todos los días. Mucha gente lo incluye en su dieta como si se tratara de una pócima milagrosa para facilitar su tránsito intestinal y evitar el estreñimiento.
Eso es posible por una enzima que disuelve las proteínas y ayuda a la digestión. Lo que quizás no tengan tan claro es que, de paso, contribuyen a mejorar otras funciones corporales y prevenir un montón de enfermedades.
El kiwi facilita el tránsito intestinal y evita el estreñimiento
Cierto que los pelillos que cubren su piel son algo desagradables (excepto si se opta por el amarillo, más dulce y liso), que te pringas las manos cuando los pelas (es preferible cortarlo por la mitad y usar una cucharilla), que son incomibles tanto si están muy maduros como muy verdes.
En este último caso, es conveniente dejarlos a temperatura ambiente dentro de una bolsa de papel con un plátanos, una manzanas o una pera, que favorecerán la maduración. En cuanto alcance el punto adecuado, separarlos de éstos, porque si no se pasarán enseguida.
Pequeño y peludo como un pájaro
Hagamos antes un poco de historia. Esta fruta procede originariamente del norte de la China y no de Nueva Zelanda como siempre habíamos creído. Ahí empezó a cultivarse a principios del siglo XX. Conocido en nuestras antípodas como grosella de la China, porque técnicamente es una baya, le cambiaron el nombre a kiwi por su parecido –pequeño, marrón y peludo– con el pájaro del mismo nombre, que es todo un símbolo en el país.
La llegada de este producto al mercado español es mucho más reciente y tiene un responsable con nombre y apellidos. Manuel Fernández de Sousa, más conocido como propietario de Pescanova, introdujo su cultivo y comercialización en España.
El kiwi no procede de Nueva Zelanda como siempre habíamos creído
Aunque pueda parecer, tal vez por lo exótico, que se trata de una fruta tropical, lo cierto es que se cría preferiblemente en climas fríos y húmedos. Así que hizo plantaciones en su Galicia natal, donde se producen unas 20.000 toneladas al año.
Vayamos a sus propiedades
Adelgazar
Un kiwi de tamaño medio aporta unas 54 calorías, un gramo de proteína, 0,4 gr de grasa, más fibra que medio bol de cereales y la misma cantidad de azúcar que la piña. Por lo que es muy conveniente para controlar el peso.
Cáncer
Una combinación de antioxidantes que actúa sobre el ADN y evita que se dañe, lo que según algunos expertos puede actuar en la prevención del cáncer.
Corazón
El kiwi viene a ser como la aspirina que toman quienes sufren problemas de coagulación sanguínea, con la ventaja de que no tiene sus contraindicaciones. Dos o tres kiwis diarios reducen en un 18% el riesgo de coagulación y en un 15% los triglicéridos.
Diabetes
Se considera poco glucémico, es decir que no provoca una subida repentina del azúcar en el riego sanguíneo, muy conveniente para los diabéticos.
Embarazo y lactancia
Es una buena fuente de ácido fólico, que se considera beneficioso para el desarrollo y salud del feto. También cuando se amamanta a los bebés.
Equilibro alcalino
La gran acumulación de minerales que tiene contribuye a paliar los efectos de los muchos alimentos ácidos que consumimos. Son reconocidas las ventajas para la salud de tener un buen equilibrio entre ácidos y alcalinos en el cuerpo. Entre otras, se tiene más energía, menos riesgo de osteoporosis y artritis y pocos resfriados.
Ojos
Con la edad, aumentan, y mucho, las posibilidades de sufrir degeneración macular, una dolencia que afecta a la retina. Un estudio realizado con más de 100.000 hombres y mujeres reveló que comer tres o más kiwis al día reducía el riesgo de sufrirlo en un 36%. Se piensa que se debe a sus altos niveles de luteína y zeaxatina, dos químicos que se encuentran de forma natural en el ojo humano.
Piel
De la vitamina E, un antioxidante que también tiene en buena medida, depende la producción de colágeno, un elemento básico para la piel. Mejora su aspecto, la protege contra las quemaduras solares, los humos y otros contaminantes y retarda la formación de arrugas.
Presión sanguínea
Es rico en potasio y en fibra, elementos que contribuyen a mantener a raya la presión -porque contrarresta los efectos del sodio. Otra de las ventajas del potasio es que evita la pérdida de masa muscular y ralentiza la osteoporosis.
Sistema inmunológico
Uno de sus principales beneficios es que tiene tanta vitamina C como la naranja. Uno de tamaño medio, unos 64 miligramos, es decir el 150% de lo necesario al día, lo que es beneficioso para el sistema inmunológico.
Somnífero
Un estudio realizado en la universidad de Taiwan concluye que es mano de santo para facilitar el sueño. Voluntarios con problemas de insomnio comieron todos los días un par de piezas una hora antes de acostarse durante cuatro meses. Según los investigadores, al cabo de ese tiempo se dormían mucho antes, más profundamente y durante más tiempo.
Por supuesto que la mejor forma de sacar partido de todas estas propiedades, es comerlo crudo sin más.
Incluso hay una corriente de partidarios de comerlo sin pelar, porque, dicen, es la forma perfecta a aprovechar todas sus ventajas, aunque sea en detrimento del sabor. De todas formas es mejor lavarlo bien antes, por higiene y por evitar los pelillos. Pese a que se considera uno de los diez productos menos afectados por los pesticidas.
Antes de consumirlo, es recomendable lavarlo bien
Aunque no es recomendable usarlo para postres que haya que hornear, sí admite combinaciones con otras frutas en macedonias o batidos. En Nueva Zelanda tienen un plato típico llamado Pavlova, que consiste en un merengue con rodajas de kiwi crudo por encima. Otra propuesta original es elaborar una especie de cóctel de gambas que incorpora esa fruta, además de naranja y limón, mostaza, setas y hierbas aromáticas.
En la parte negativa, mejor evitarlos si se sufre de la vesícula o el riñón porque contienen bastante oxalato, una sustancia que puede cristalizar en la sangre y ayudar a la formación de piedras. Tampoco será la fruta favorita de alérgicos que lo son a otras, como el melocotón o las fresas. Así que, lo dicho, aunque no sea tu fruta favorita, y si hacemos caso de los expertos, el esfuerzo por incluirlo en la dieta, habrá valido la pena.
Fuente: https://www.lavanguardia.com
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