¿Sabes qué relación existe entre los alimentos y los colores?
Si quieres añadir más color a tu vida, puedes empezar por comer frutas y verduras de colores más llamativos. Estos son ricos en vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes. Cuanto más diversos sean los colores de los alimentos que pongas en la mesa, será mucho mejor.
¿Sabías que el color natural de los alimentos puede convertirse en una guía de los nutrientes que contienen? Conoce aquí el significado del color de los alimentos y empieza a integrarlos a tu dieta.
Verdes
En este grupo encontramos frutas y verduras como el kiwi, la alcachofa, la acelga, los espárragos, la espinaca y el aguacate.
Son vegetales ricos en luteína y zeaxantina, con altos contenidos de ácido fólico, magnesio, fibra, potasio, vitamina C y vitamina K.
Los alimentos verdes nos ayudan a mejorar el funcionamiento de nuestro hígado, mejoran la digestión, previenen el estreñimiento y enfermedades cardiovasculares y oftalmológicas como las cataratas.
Amarillos y naranjas
En este grupo los protagonistas son los cítricos: limones, naranjas, mandarinas, pomelos, zanahorias, calabazas y mangos.
Son alimentos ricos en vitaminas A y vitamina C, contienen ácido fólico, magnesio, fibra y potasio.
Los alimentos de estos colores nos ayudan a mejorar la salud cardiovascular, proteger nuestra piel, combatir el envejecimiento y enfermedades digestivas. La vitamina A nos ayuda a cuidar nuestro sistema inmunológico y la vitamina C es un poderoso antioxidante.
Rojos y morados
Este grupo está conformado por fresa, granada, tomate, rábano, pimiento rojo, remolacha, berenjena, uvas, moras, frambuesas, arándanos
Son fuente de vitamina C, magnesio, fitoquímicos, licopeno y antocianinas.
Los alimentos rojos nos ayudan a cuidar nuestro corazón y mantener una buena memoria. El licopeno protege nuestro sistema cardiovascular y las antocianinas tiene un efecto antioxidante.
Blancos
En este grupo se incluyen alimentos como el ajo, la cebolla, el puerro, la coliflor, el plátano y la pera.
Nos aportan fotoquímicos, potasio, niacina, antoxantinas e inulina. También son ricos en alicina, este es un compuesto con propiedades antibióticas, que ayuda a prevenir la hipertensión y mejora la circulación.
Los alimentos blancos nos ayudan a mantener la salud del corazón, bajar la presión arterial, combatir infecciones, mantener niveles adecuados de colesterol y prevenir la diabetes.
Verdes
En este grupo encontramos frutas y verduras como el kiwi, la alcachofa, la acelga, los espárragos, la espinaca y el aguacate.
Son vegetales ricos en luteína y zeaxantina, con altos contenidos de ácido fólico, magnesio, fibra, potasio, vitamina C y vitamina K.
Los alimentos verdes nos ayudan a mejorar el funcionamiento de nuestro hígado, mejoran la digestión, previenen el estreñimiento y enfermedades cardiovasculares y oftalmológicas como las cataratas.
Amarillos y naranjas
En este grupo los protagonistas son los cítricos: limones, naranjas, mandarinas, pomelos, zanahorias, calabazas y mangos.
Son alimentos ricos en vitaminas A y vitamina C, contienen ácido fólico, magnesio, fibra y potasio.
Los alimentos de estos colores nos ayudan a mejorar la salud cardiovascular, proteger nuestra piel, combatir el envejecimiento y enfermedades digestivas. La vitamina A nos ayuda a cuidar nuestro sistema inmunológico y la vitamina C es un poderoso antioxidante.
Rojos y morados
Este grupo está conformado por fresa, granada, tomate, rábano, pimiento rojo, remolacha, berenjena, uvas, moras, frambuesas, arándanos
Son fuente de vitamina C, magnesio, fitoquímicos, licopeno y antocianinas.
Los alimentos rojos nos ayudan a cuidar nuestro corazón y mantener una buena memoria. El licopeno protege nuestro sistema cardiovascular y las antocianinas tiene un efecto antioxidante.
Blancos
En este grupo se incluyen alimentos como el ajo, la cebolla, el puerro, la coliflor, el plátano y la pera.
Nos aportan fotoquímicos, potasio, niacina, antoxantinas e inulina. También son ricos en alicina, este es un compuesto con propiedades antibióticas, que ayuda a prevenir la hipertensión y mejora la circulación.
Los alimentos blancos nos ayudan a mantener la salud del corazón, bajar la presión arterial, combatir infecciones, mantener niveles adecuados de colesterol y prevenir la diabetes.
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